¿Qué es el tendón?
El tendón es un tipo de tejido conectivo, situado entre el músculo y el hueso, formado principalmente por un tipo de células llamadas tenocitos.
La función principal de los tendones es la transmisión de la carga generada por la musculatura a nuestros huesos para poder realizar un movimiento.
Por tanto, el tendón es un tejido elástico que transmite y controla la fuerza entre el hueso (tejido estático) y el músculo (tejido dinámico). Además, este es deformable, lo que significa que sus características cambian según el estrés al que estén sometidos.
Vamos a poner un ejemplo para explicar esto último: Cuando estamos caminando o dando un paseo tranquilos, nuestros tendones (en este caso de las piernas) están sometidos a un ciclo de tensión-relajación y esto hace que los tendones y el resto de tejidos no sufran y haya poco estrés, ya que la carga que tienen que soportar es muy leve. Sin embargo, cuando hacemos actividades intensas, de alta velocidad, repetidas… los tendones se comportan de forma diferente, por lo tanto estos tienen mayor tensión y rigidez, lo que puede provocar una lesión ya sea en el músculo, ligamento o en el propio tendón. Lo que muchas veces hemos escuchado; la famosa “tendinitis”.
¿Tendinitis o Tendinosis?
En multitud de ocasiones hemos escuchado a algún amigo/a o familiar decirnos que tiene una «tendinitis», pero, ¿está bien dicho?. ¿Sabemos realmente qué significa?. Ahora vamos a intentar aclarar un poco estos conceptos, de una forma muy sencilla, para despejar algunas dudas.
Si hacemos referencia al significado de cada uno de estos términos, la tendinitis, tiene la terminación “itis” y este su significado es de inflamación. Por lo tanto estaríamos hablando de inflamación del tendón. De igual forma que una meningitis sería la inflamación de las meninges, o una artritis es la inflamación de las articulaciones.
Por otro lado, tenemos la palabra tendinosis, que por su sufijo “osis” significaría enfermedad, anamolia, o degeneración. Así que en una tendinosis si hacemos referencia al significado de las palabras, estaríamos hablando de una anomalía en el tendón.
A nivel celular existen multitud de cambios histológicos, muchos de ellos muy complejos, y que darían para un post mucho más largo, pero aquí vamos a daros una explicación sencilla.
Se ha demostrado que a nivel celular, no existe únicamente una reacción inflamatoria como tal. Además de la inflamación, se ponen en marcha muchos procesos celulares y metabólicos regionales para intentar regenerar el tendón, ya que tendremos una afectación biológica, biomecánica, y una pérdida de la función y la homeostasis.
Actualmente la palabra tendinopatía resulta mucho más correcta para referirnos al tema en cuestión, pues no existe una inflamación aislada específica como tal. Una tendinopatía en la rodilla, una tendinopatía en el codo… Este término es más global y hace referencia a un dolor continuo del tendón en cuestión y a una pérdida de la función.
Cuando sufrimos algún daño en el tejido del tendón, este intenta regenerarse mediante vías fisiológicas y procede a activar factores pro-inflamatorios para intentar regenerar la zona. Ahí estaríamos hablando de una tendinitis, o tendinopatía en fase aguda.
Pero, ¿qué ocurre si mi tendinopatía no se soluciona, y se cronifica en el tiempo?
La respuesta sería:
- Agravamiento del dolor.
- Pérdida total del tejido para regenerarse.
- Aumento de las sustancias y vías pro-inflamatorias.
- Afectación de estructuras circundantes.
- Afectación metabólica del tejido.
- Aumento de la actividad neoangiogénica (creación de nuevos vasos sanguíneos y nervios periféricos, con el fin desesperado de nutrir el tejido y que éste se regenere, cosa que no ocurre, ya que el tendón ha perdido completamente la capacidad de regenerarse y solo nos incrementará la inflamación y el dolor).
- Acumulación de sustancia mucoide, sustancias inmaduras (colágeno tipo III), alteración de la matriz extracelular, desnaturalización del epitendón, peritendón y endotendón (distintas capas del tendón), etc…
En resumen: el tendón pierde totalmente la capacidad de regenerarse por si mismo, la sintomatología se agrava, la impotencia funcional se incrementa, y el tratamietno debe ser distinto.
En este caso estaríamos hablando de una tendinosis, o degeneración del tendón.
Causas
No existe una causa concreta y específica por la que aparezca una tendinopatía. Es una patología multifactorial, por lo tanto, puede manifestarse por diferentes motivos.
Una de las causas más comunes ya sea en deportistas o no deportistas, es por movimientos repetitivos. Un ejemplo podría ser un jardinero/a , peluquero/a que trabaja continuamente con sus brazos y sus manos. En general, cualquier gesto (laboral, deportivo, etc…) repetitivo que irrite al tendón.
Además, existen más causas como pueden ser una falta de descanso de esa zona, una hipermusculación ya que hay una sobrecarga en el tendón, la edad (porque existe una pérdida de elasticidad), ejercicios mal realizados, un exceso o falta de estímulo a ese tendón en concreto, deshidratación, traumatismos, distensiones del tendón por aplicación de fuerzas muy agresivas, etc…
Diagnóstico
La forma de diagnosticar una tendinopatía puede ser muy variada:
- Naturaleza de la sintomatología (dolor, enrojecimiento de la zona, etc…).
- Impotencia funcional y dolor al realizar un gesto con el tendón en cuestión.
- Cambios tróficos a la palpación localizados por el sanitario (fisioterapeuta en este caso).
- La ecografía supone la prueba actualmente más fiable para valorar la estructura, (espesor, líquido acumulado, vaina tendinosa, patrón fibrilar, presencia de nuevos vasos sanguíneos, etc…).
Tratamiento
La Fisioterapia posee un gran abanico de posibilidades para el tratamiento de las tendinopatías, tanto tratamientos invasivos, como no invasivos.
Lo más importante es la valoración y correcto diagnóstico de la tendinopatía, además de conocer el estadio en que se encuentra la tendinopatía, y a partir de ahí, plantear un plan de tratamiento específico para cada paciente de forma individualizada.
Entre los tratamientos que podemos encontrar:
Masoterapia, para relajar y quitar tensiones de los tejidos cercanos a esa tendinopatía y por tanto repercutirá positivamente en el tendón.
Electroterapia con el objetivo de producir un efecto analgésico (disminución del dolor) tanto en el tendón como la musculatura próxima a él.
Punción seca: Punción seca en la musculatura cercana al tendón afectado con el fin de inhibir puntos gatillos (bandas tensas hipersensibles en la musculatura). Al estar la musculatura cercana al tendón mas relajada automáticamente se beneficiará el tendón.
Ejercicio excéntrico: El ejercicio excéntrico es un tipo de ejercicio en el que ambos extremos del músculo se alejan, en lugar de acercarse. El musculo en cuestión tiende al estiramiento, además de llevar una carga. Este tipo de ejercicio es beneficioso para el tendón porque aumenta su fuerza, su grosor y su vascularización entre otros muchos aspectos positivos.
Electrolisis Percutánea Intratisular (EPI): Este tipo de intervención está dentro de la Fisioterapia invasiva.
Consiste en la introducción de una aguja similar a las de acupuntura, hasta llegar al tejido que se quiera tratar. Una vez que está en el tendón que queramos tratar se le da un tipo de corriente continua, llamada galvánica. ¿Qué conseguimos con esto? El sufijo “lisis” significa descomposición, destrucción… por lo tanto existe esa “destrucción” de tejido patológico para que el cuerpo vuelva a crear tejido sano y por lo tanto un tendón en mejores condiciones.
Es necesario realizar esta técnica con la ayuda de un ecógrafo para localizar con precisión milimétrica la zona degenerada del tejido que queremos tratar, y conseguir así unos resultados excelentes, además de prevenir la lesión de otras estructuras que no queramos tocar.
Estiramientos: mediante un estiramiento controlado de la zona afectada, conseguiremos aumentar el trofismo del tejido, además de eliminar las tensiones acumuladas en cualquier segmento de los tejidos (fascia, músculo, nervio, tendón, etc…).
Ejercicio terapéutico: dependiendo de el tipo de lesión, tipo de paciente, características del paciente estadio de la lesión, etc… seleccionaremos una batería de ejercicios que garanticen una pronta recuperación del tejido.
Terapia láser: se ha demostrado que la terapia láser ayuda a la bioestimulación de la región, aportando energía en forma de luz polarizada, permitiendo reducir el dolor, inflamación, y ayudando a regenerar los tejidos afectados, consiguiendo una recuperación más rápida.
Además de estos tratamientos mencionados anteriormente, existe un abanico amplio de posibilidades que podrá utilizar como las movilizaciones articulares, masaje trasverso profundo directamente en su tendón, crioterapia (frio) , termoterapia, entre otras terapias. En definitiva su fisioterapeuta valorará la opción más adecuada para usted y juntos se le dará solución a esa patología.
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