La contractura muscular, especialmente ubicada en la espalda, es una de las alteraciones del sistema músculo esquelético más frecuentes que vemos en nuestra consulta día a día.

Como hemos comentado en otras entradas del blog, la contractura muscular supone una pequeña disfunción del tejido muscular o del sistema nervioso periférico que gobierna este tejido muscular.

La contractura muscular en la espalda puede provocar una amplia batería de síntomas, como por ejemplo limitación en la movilidad, falta de fuerza, pero la más frecuente es el dolor a la movilidad, dolor en las posturas prolongadas (como por ejemplo estar de pie y mantener la espalda erguida durante mucho tiempo), y dolor cuando solicitamos la musculatura de la espalda, por ejemplo, en el deporte.

Dependiendo de dónde tengamos alojada la contractura de la espalda, la sintomatología puede cambiar enormemente, pues no es lo mismo presentar una contractura muscular en la musculatura suboccipital, en la musculatura profunda lumbar, o en los pilares del diafragma, por ejemplo.

Nuestra misión dentro de la fisioterapia avanzada consistirá en intentar normalizar el músculo que está alterado provocando la contractura muscular en la espalda. Para ello, debemos localizar el músculo que esté generando el problema, para posteriormente, realizar una serie de tratamientos que consistirán en estimular dicho tejido alterado con el fin de normalizar y eliminar la contractura muscular en la espalda.

Contracturas en la espalda: síntomas y causas

Como hemos comentado, la sintomatología de la contractura de espalda puede ser muy variada.

Cuando presentamos una contractura muscular siempre veremos reducida la movilidad de la zona donde se ve alojada.

Además, nos daremos cuenta de que presentaremos una fatiga más precoz, puesto que la musculatura que se encuentra con tractorada paradójicamente al tener el tono aumentado es más débil y se fatiga con mayor rapidez que la musculatura que se encuentra relajada.

Sin embargo, el síntoma más común y que más nos llama la atención es el dolor, siendo este muy distinto en función de la estructura o el músculo en el que se aloja la contractura de espalda.

Podemos afirmar que la contractura muscular en la espalda siempre provocará dolor local en la zona donde está alojada dicha contractura, pero también nos provocará dolor referido en otras zonas del cuerpo, dándonos a los fisioterapeutas, pistas acerca de qué tipo de estructura está alterada.

La contractura muscular en la espalda también puede llegar a irritar otras estructuras como por ejemplo los nervios, originando otra sintomatología un poco más aguda de carácter nervioso como por ejemplo una radiculopatía, falta de fuerza en una zona determinada del cuerpo, falta de sensibilidad en dicha zona, o, por el contrario, solamente provocar un dolor aún más agudo y acentuado en toda la región gobernada por dicho nervio, sensibilizado a su vez por culpa de la contractura en la espalda.

Tratamientos para quitar contracturas de espalda

Los medios que disponemos en nuestra clínica son muy variados y suelen ser similares a los que usamos para quitar contracturas en el cuello. Todos tienen como misión normalizar el tejido que está alterado provocando dicha contractura.

Ganan protagonismo las técnicas que consiguen estimular de forma directa la contractura muscular con el fin de neutralizarla o inhibirla, para normalizar dicho tejido muscular y resolver el problema del paciente.

A continuación, explicaremos los tratamientos más genéricos y comunes para tratar una contractura muscular en la espalda, y más abajo también comentaremos los tratamientos más novedosos y exclusivos que realizamos en nuestro centro de fisioterapia avanzada en Córdoba, los cuales garantizan un tratamiento mucho más avanzado y satisfactorio para una contractura muscular.

Masajes descontracturantes

Este tipo de terapia, ubicada dentro de la terapia manual, buscará normalizar el tejido que está alterado, donde se localiza la contractura muscular en la espalda, mediante la aplicación de estímulos mecánicos.

Antes de hacer este tipo de técnicas es muy importante hacer una valoración previa para determinar cuál es la estructura que está originando el problema y ver dónde está alojada la contractura en la espalda.

Una vez detectada la estructura o músculo que está provocando la contractura muscular, podemos hacer técnicas de terapia manual con el fin de inhibir dicho punto gatillo, o contractura muscular, para normalizar esta musculatura.

Estiramientos y ejercicios para la espalda

Además del tratamiento que podamos hacer con el paciente, es muy importante enseñarle ciertas técnicas, ejercicios y estiramientos con los que podemos combatir la alteración del tono de la musculatura donde está alojada la contractura muscular en la espalda. Estos ejercicios y estiramientos son, y deben ser, muy sencillos y aplicables para que el paciente pueda realizarlos en casa de forma doméstica y así poco a poco ir preparando la musculatura, además de fortalecerla, para eliminar dicha contractura en la espalda.

Técnicas de liberación miofascial

Las técnicas miofasciales son muy famosas y utilizadas para trabajar este tipo de problemas, pues presentan resultados muy buenos ante una contractura muscular en la espalda. La fascia es un tejido conectivo que conecta todas las estructuras del cuerpo, fundamentalmente las cadenas musculares, por lo que los tratamientos enfocados en normalizar las alteraciones miofasciales también repercutirán muy positivamente en los problemas músculo-esqueléticos, como por ejemplo una contractura en la espalda.

Otras terapias complementarias que llevamos a cabo en nuestra clínica

A continuación, explicaremos las técnicas que realizamos en nuestro centro de rehabilitación y fisioterapia avanzada en Córdoba capital. La combinación de técnicas avanzadas con la última tecnología nos permite no solamente realizar un diagnóstico mucho más precoz y preciso, sino que también nos permiten realizar un tratamiento mucho más satisfactorio, con el que podemos solucionar el problema del paciente en un tiempo récord, de una forma prácticamente indolora, devolviendo así al paciente a subir a sus actividades de la vida diaria, o al deporte, en periodos de tiempo muy cortos.

Los tratamientos más famosos y conocidos en nuestro centro para tratar una contractura muscular en la espalda son:

Técnicas de terapia manual: este tipo de técnicas no pueden faltar en el tratamiento de una contractura muscular en la espalda, ya que nos permite no solamente realizar un diagnóstico, sino también iniciar un tratamiento mediante la aplicación de estímulos mecánicos en las estructuras que presentan una contractura muscular. Sin embargo, la limitación más frecuente que encontramos con este tipo de técnicas es que no todos los tejidos de la espalda pueden ser estimulados mediante las técnicas de terapia manual, pues habrá tejidos más profundos que no lograremos estimular de forma directa.
Técnicas de osteopatía: la osteopatía nos permitirá resolver todas las disfunciones de movilidad que presenten las estructuras ubicadas en la espalda y/o que tengan repercusión en la espalda, pudiendo originar contracturas y otros problemas asociados.
Radiofrecuencia INDIBA: este tipo de terapia nos permite trabajar prácticamente cualquier tejido del cuerpo mediante la aplicación de un estímulo eléctrico, que recorrerá todos los tejidos que nos interese trabajar, beneficiándonos del efecto térmico y el efecto eléctrico de la terapia. La radiofrecuencia INDIBA nos permitirá normalizar cualquier alteración de un tejido, especialmente una contractura muscular en la espalda, de una manera sencilla y completamente indolora, aportando unos resultados excelentes.
Técnicas de fisioterapia invasiva: la aplicación de fisioterapia invasiva en la patología de columna o en las contracturas musculares ubicadas en la espalda nos permite trabajar aplicando estímulos directos en el tejido alterado. Esto significa que podremos normalizar el tejido de una manera muchísimo más rápida y nos garantiza unos resultados mucho más satisfactorios, ya que podremos realizar un estímulo totalmente directo en el tejido que está alterado.
Termoterapia profunda: gracias a la aplicación de campos electromagnéticos que provocan calor en profundidad, conseguiremos relajar y reducir la tensión muscular de los tejidos que así lo necesiten. Debemos diferenciar este tipo de termoterapia de otros tipos de termoterapia superficial, puesto que esta técnica nos permitirá aplicar un calor selectivo y muy agradable a tejidos, independientemente de la profundidad a los que se encuentren. La termoterapia profunda nos permite aplicar un calor selectivo que irá naciendo en el tejido diana y seguirá expandiendo poco a poco al resto de tejidos, iniciándose en profundidad, y no al revés.
Terapia láser: la aplicación del láser en las patologías del sistema músculo esquelético es altamente satisfactoria, puesto que nos permite acumular una energía dentro del tejido alterado, iniciando así la normalización de dicha contractura muscular.
Aplicación de campos electromagnéticos: la aplicación de este tipo de tecnología avanzada nos permite realizar una estimulación eléctrica mediante un campo electromagnético del tejido que esté originando sintomatología, produciendo la neuromodulación de dicho tejido. Esto nos permitirá normalizar la estructura a través del sistema nervioso, consiguiendo unos resultados sorprendentes en un tiempo muy reducido.
Tratamiento avanzado de columna: existen ciertas alteraciones de columna que durante años han sido prácticamente inalcanzables para el tratamiento conservador o fisioterapéutico como, por ejemplo, la alteración de las estructuras intertransversas, patologías cigapofisarias, patología de disco intervertebral protrusión discal, hernia discal, alteraciones de los troncos nerviosos primarios, y sus divisiones anterior y posterior.

Tratamiento avanzado de columna: existen ciertas alteraciones de columna que durante años han sido

Sin embargo, gracias a la amplia tecnología con la que contamos y la alta especialización, somos capaces de realizar tratamientos que normalicen o directamente resuelvan este tipo de alteraciones de columna.

Este tipo de tratamientos tan exclusivo ha sido posible gracias a la unión de la tecnología y la especialización avanzada, aunando técnicas de fisioterapia, traumatología, y anestesiología, para ofrecer una solución tremendamente eficaz ante los problemas de columna.

Consejos para prevenir las contracturas de espalda

Las contracturas de espalda pueden ser dolorosas e incómodas, por lo que es importante tomar medidas preventivas para evitarlas. A continuación, se presentan algunos consejos para prevenir las contracturas de espalda:

No esperes a padecer un dolor incapacitante para tomar medidas en el asunto. Ante la mínima sospecha de que puedas presentar una contractura muscular en la espalda, ponte en contacto con nosotros para solucionarlo. Como se ha demostrado, y es ampliamente conocido, cuando iniciamos un tratamiento a tiempo y evitamos la cronificación de una alteración o lesión, los resultados son mucho mejores.
Mantener una buena postura: La mala postura es una de las principales causas de contracturas de espalda. Trate de mantener una buena postura tanto al estar sentado como al estar de pie. Asegúrese de que su espalda esté recta y que sus hombros estén hacia atrás.
Hacer estiramientos diarios: Realice estiramientos de espalda diarios para mantener su columna vertebral flexible y prevenir contracturas. Estirar los músculos de la espalda también puede ayudar a aliviar el estrés y la tensión muscular.
Ejercitarse regularmente: El ejercicio regular puede ayudar a mantener la fuerza y la flexibilidad de los músculos de la espalda, lo que puede prevenir las contracturas. Considere incluir ejercicios de fortalecimiento de la espalda y ejercicios aeróbicos en su rutina de ejercicio.
Evitar levantar objetos pesados de manera incorrecta: al levantar objetos pesados, asegúrese de doblar las rodillas y levantar con las piernas en lugar de la espalda. Si necesita levantar algo pesado, pida ayuda en lugar de hacerlo solo.
Evitar estar sentado o de pie por períodos prolongados: Si su trabajo implica estar sentado o de pie por largos períodos de tiempo, asegúrese de tomar descansos regulares y moverse para prevenir la tensión muscular y las contracturas.
Mantener un peso saludable: El exceso de peso puede ejercer presión adicional sobre los músculos de la espalda y aumentar el riesgo de contracturas.
Controlar el estrés: El estrés puede provocar tensión muscular y aumentar el riesgo de contracturas. Encuentre maneras efectivas de controlar el estrés, como la meditación, el yoga o la terapia.

Posturas adecuadas en el trabajo y en casa

Mantener una buena postura es fundamental para prevenir las contracturas musculares en la espalda. A continuación, se presentan algunas posturas adecuadas en el trabajo y en casa para evitar una contractura muscular en la espalda:
En el trabajo:

Si trabaja sentado, asegúrese de que su silla tenga un respaldo ergonómico y un soporte lumbar.
Mantenga los pies apoyados en el suelo y las rodillas dobladas en un ángulo de 90 grados.
Mantenga los hombros relajados y los codos apoyados en los reposabrazos de la silla.
Asegúrese de que su monitor esté a la altura de los ojos para que no tenga que inclinar la cabeza hacia arriba o hacia abajo.
Levántese y camine durante unos minutos cada hora para estirar los músculos de la espalda.

En casa:

Si está de pie, mantenga los pies separados al ancho de los hombros y doble ligeramente las rodillas.
Mantenga los hombros hacia atrás y hacia abajo, y mantenga la espalda recta.
Al levantar objetos pesados, doble las rodillas y levante con las piernas, no con la espalda.
Cuando esté sentado, use una silla con un respaldo ergonómico y un soporte lumbar.
Siéntese con los pies apoyados en el suelo y las rodillas dobladas en un ángulo de 90 grados.
Asegúrese de que su monitor esté a la altura de los ojos si está usando una computadora.

En general, es importante escuchar a su cuerpo y tomar descansos regulares para estirar y mover los músculos de la espalda.

Hábitos de actividad física

La actividad física regular puede ayudar a mantener la fuerza y la flexibilidad de los músculos de la espalda, lo que puede prevenir las contracturas musculares en la espalda. A continuación, presentamos algunos hábitos de actividad física que pueden ayudar a prevenir las contracturas musculares en la espalda:

Realice ejercicios de fortalecimiento de la espalda: Los ejercicios de fortalecimiento de la espalda pueden ayudar a prevenir las contracturas musculares al fortalecer los músculos que soportan la columna vertebral. Ejemplos de ejercicios de fortalecimiento de la espalda incluyen extensiones de espalda, remo con mancuernas, y levantamiento de peso muerto.
Realice ejercicios de estiramiento: Los ejercicios de estiramiento pueden ayudar a mantener la flexibilidad de los músculos de la espalda y prevenir las contracturas musculares. Ejemplos de ejercicios de estiramiento de la espalda incluyen estiramiento de la columna vertebral, estiramiento de los músculos de la cadera y estiramiento de los músculos de la pantorrilla.
Realice ejercicio aeróbico: El ejercicio aeróbico puede ayudar a mejorar la circulación sanguínea y reducir la inflamación, lo que puede ayudar a prevenir las contracturas musculares en la espalda. Ejemplos de ejercicios aeróbicos incluyen caminar, correr, nadar y andar en bicicleta.
Evite el sedentarismo: Evite pasar largos períodos de tiempo sentado o acostado, ya que esto puede poner presión en los músculos de la espalda y aumentar el riesgo de contracturas musculares. Trate de moverse y estirarse con regularidad a lo largo del día.

En general, es importante encontrar una forma de actividad física que disfrute y hacerlo de forma regular para mantener los músculos de la espalda fuertes y flexibles.

Cuidados durante el sueño

El sueño es un momento importante para que los músculos de la espalda se relajen y se recuperen, pero también puede ser un momento en el que se produzcan contracturas musculares. A continuación, se presentan algunos cuidados durante el sueño que pueden ayudar a prevenir las contracturas musculares en la espalda:

Encuentre la posición de dormir adecuada: La posición en la que duerme puede afectar la salud de su espalda. Trate de dormir de lado con una almohada debajo de la cabeza y otra almohada entre las piernas para mantener la columna vertebral alineada. Si prefiere dormir boca arriba, coloque una almohada debajo de las rodillas para ayudar a mantener la curva natural de la columna vertebral.
Use un colchón y almohada adecuados: Un colchón y almohada adecuados pueden ayudar a mantener una buena postura mientras duerme. Elija un colchón firme que proporcione soporte a la columna vertebral, y una almohada que mantenga la cabeza y el cuello alineados con la columna vertebral.
Evite dormir en posición fetal: Dormir en posición fetal puede poner presión en la columna vertebral y aumentar el riesgo de contracturas musculares. Trate de dormir en una posición más recta para mantener la columna vertebral alineada.
Tome descansos regulares si duerme mucho tiempo: Si duerme más de 7-8 horas seguidas, tome descansos regulares para moverse y estirarse. Esto puede ayudar a prevenir la rigidez muscular y las contracturas.
Evite dormir en el sofá: Dormir en un sofá puede poner presión en la columna vertebral y aumentar el riesgo de contracturas musculares. Trate de dormir en una cama cómoda y firme para mantener la columna vertebral alineada.

En general, es importante encontrar una posición de dormir cómoda y adecuada para mantener la columna vertebral alineada y prevenir las contracturas musculares en la espalda.

Alimentación e hidratación adecuadas

La alimentación y la hidratación adecuadas son fundamentales para mantener la salud muscular en general, incluyendo la prevención de las contracturas musculares en la espalda. A continuación, se presentan algunos consejos de alimentación e hidratación para evitar una contractura muscular en la espalda:

Manténgase hidratado: Beba suficiente agua para mantenerse hidratado y evitar la deshidratación muscular. La cantidad adecuada de agua que necesita puede variar según su peso corporal y nivel de actividad, pero generalmente se recomienda beber al menos 6 vasos de agua al día.
Consuma alimentos ricos en magnesio: El magnesio es un mineral importante para la salud muscular y puede ayudar a prevenir las contracturas musculares. Los alimentos ricos en magnesio incluyen almendras, espinacas, aguacates, frijoles y plátanos.
Obtenga suficiente proteína: La proteína es esencial para la reparación y el crecimiento muscular. Asegúrese de obtener suficiente proteína en su dieta diaria a través de alimentos como carne, pescado, huevos, legumbres, nueces y productos lácteos.
Consuma alimentos antiinflamatorios: Los alimentos que tienen propiedades antiinflamatorias pueden ayudar a reducir la inflamación y el dolor muscular, lo que puede prevenir las contracturas musculares. Estos alimentos incluyen frutas y verduras frescas, pescado rico en ácidos grasos omega-3, nueces y semillas.
Evite los alimentos procesados: Los alimentos procesados y con alto contenido de grasas saturadas, azúcar y sodio pueden aumentar la inflamación y el dolor muscular, lo que puede contribuir a las contracturas musculares. Trate de limitar su consumo de alimentos procesados y opte por opciones más saludables y naturales.

En general, una dieta equilibrada y una hidratación adecuada son fundamentales para la prevención de las contracturas musculares en la espalda. Asegúrese de hablar con un profesional de la salud o un nutricionista para obtener asesoramiento personalizado sobre la alimentación y la hidratación adecuadas para su cuerpo y estilo de vida.

Cómo quitar contracturas de espalda: consejos de un fisioterapeuta experto