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Dolor de espalda

Dolor de espalda

Dolor de espalda en Fisioterapia

Es una de las alteraciones más frecuentes en las consultas de fisioterapia. Nos referimos como dolor de espalda al dolor que sufrimos en la parte posterior del tronco. Tradicionalmente lo dividimos en lumbalgia (afectación de la región lumbar o baja de la espalda), dorsalgia (afectación de la región dorsal o media de la espalda) y cervicalgia (afectación de la región cervical, alta de la espalda o cuello).

Son muchos los estudios que hablan del dolor de espalda, situándolo estadísticamente como uno de los mas frecuentes del mundo. Cerca del 80% de las personas lo padecerá en algún momento de su vida, siendo el dolor lumbar el más frecuente de ellos, requiriendo los servicios del fisioterapeuta. El dolor cervical afecta al 50% de la población.

Una vez localizado el dolor, debemos saber si es un dolor agudo o crónico. En fisioterapia, esto nos resulta de mucha ayuda para saber ante que tipo de problema nos encontramos. Agudo: el problema apareció hace menos de 1 mes. Crónico: el problema continúa tras pasado 1 mes de evolución.

Esta ultima clasificación puede variar mucho dependiendo de la bibliografía consultada, pero nosotros vamos a basarnos en esta.

¿Cuál puede ser el origen del dolor de espalda?

El dolor de espalda puede verse afectados por: factor físico, bioquímico y emocional.

Físico:

Traumatismos, posturas mantenidas largos periodos de tiempo, accidentes, esfuerzos que dañan alguna estructura, alteración de tejidos (muscular, fascial, nervioso, visceral…).

Bioquímico:

Cualquier alteración en nuestro organismo producto de una mala alimentación, o de una alteración o enfermedad crónica o sistema, puede alterar nuestro equilibrio bioquímico, dándonos este tipo de problemas. Por ejemplo: desorden alimenticio, DM, hipotiroidismo…

Emocional:

Cada vez son más los estudios que se encargan de relacionar los dolores con el sistema emocional, concluyendo en la gran relación que este sistema posee sobre el dolor. Por ejemplo: estrés, ansiedad, depresión, entre otros.

Las causas mas frecuentes de los dolores de espalda suelen ser: traumatismos, posturas mantenidas en jornadas laborales y accidentes.

¿Cuál es el origen de mi dolor de espalda?

¿Qué me puede estar provocando estos dolores de espalda?

Debido a la gran cantidad de estructuras que posee nuestra espalda (musculatura, sistema visceral, sistema nervioso, columna vertebral, discos vertebrales, etc…), la causa del dolor puede ser difícil de diagnosticar.

Dolor de espalda localizado y constante: Puede tratarse de la alteración de una víscera, un problema del sistema musculoesquelético, fascial, etc…

Dolor de espalda que se irradia a otro lugar del cuerpo: podemos estar hablando de un problema nervioso, muscular o ambas. Muchas veces el sistema muscular engloba muchos nervios que se ven afectados en el transcurso por estos grupos musculares, los cuales son los responsables del dolor.

Alteraciones de columna, como escoliosis, problemas discales, osteofitosis, etc… pueden ocasionarnos este tipo de dolor.

¿Qué tratamientos son los más indicados para el dolor de espalda?

  1. Estiramientos: A no ser que sean dolorosos, lo cual significará que estas poniendo en tensión un tejido alterado, los estiramientos son beneficiosos. Lo ideal es indicarle al fisioterapeuta los ejercicios y estiramientos que realizas o preguntarle cuales puedes realizar.
  2. Fisioterapia: Con la ayuda de la fisioterapia, podrás averiguar el origen de tu dolor de espalda, tratarlo y prevenirlo.
  3. Osteopatía: los osteópatas nos encargamos de mantener un equilibrio en la estructura del cuerpo, garantizando la normalidad de sus estructuras y su movilidad.
  4. Ejercicio: el ejercicio es necesario, aunque padezcamos de dolor de espalda. Como ya hemos comentado en los estiramientos, siempre y cuando no seas dolorosos, los ejercicios ayudan a movilizar las estructuras corporales, mejoran la fuerza, elasticidad y perfusión, por lo que no debemos descartarlos.
  5. AINEs: los antiinflamatorios pueden ser utilizados en caso de dolor importante, incapacitante, o cuando no tengamos otra alternativa, pero nunca serán la solución por si solos a un problema, y no debemos acostumbrarnos a utilizarlos de forma cotidiana. 

Si crees que tú, algún familiar o conocido puede padecer esta dolores de espalda, podemos ayudarte a valorarlo, tratarlo o prevenirlo, además de resolver cualquier duda que tengas. Ponte en contacto con nosotros.

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