¿Cómo sé si mi bebé tiene cólicos del lactante?
Tal como hemos comentado en nuestro anterior post de blog: Beneficios de la fisioterapia en el cólico del lactante, los cólicos del lactante son un problema común en los bebés recién nacidos y pueden ser una fuente de preocupación para los padres.
Los cólicos del lactante se caracterizan por episodios de llanto inconsolable y agitación en un bebé aparentemente sano y bien alimentado.
Algunos signos y síntomas más comunes son:
- Llanto excesivo: Los bebés con cólicos del lactante suelen llorar de manera inconsolable durante al menos tres horas al día, tres días a la semana, durante al menos tres semanas consecutivas. El llanto a menudo ocurre en el mismo período de tiempo todos los días, a menudo por la tarde o por la noche.
- Cambios en el patrón de llanto: El llanto de un bebé con cólicos del lactante a menudo es diferente al llanto de hambre o incomodidad. Puede ser más agudo, intenso y difícil de calmar.
- Dificultad para calmar al bebé: A pesar de tus mejores esfuerzos para consolarlo, el bebé puede seguir llorando y estar inconsolable.
- Movimientos de piernas y abdomen: Durante los episodios de cólicos, es posible que el bebé muestre signos de malestar abdominal, como levantar las piernas hacia el pecho o apretar los puños.
- Cambios en la alimentación: Aunque los cólicos no están relacionados directamente con la alimentación, algunos bebés pueden mostrar una mayor necesidad de amamantamiento o biberones durante los episodios de cólicos como una forma de buscar consuelo.
Es importante recordar que los cólicos del lactante son una fase temporal en el desarrollo de muchos bebés y generalmente comienzan alrededor de las 2-3 semanas de edad y desaparecen por sí solos alrededor de los 3-4 meses.
Sin embargo, nosotros siempre aconsejamos que te pongas en manos de un pediatra que pueda hacer una primera evaluación de tu bebé.
Masaje para mejorar los cólicos del lactante<
El masaje puede ser una técnica efectiva para aliviar los cólicos del lactante y proporcionar comodidad a tu bebé. A continuación, te iremos describiendo uno de los masajes para cólicos del lactante más conocidos:
Preparación:
Antes de comenzar, asegúrate de que tanto tú como tu bebé estén cómodos y relajados. Lava tus manos y asegúrate de que tus uñas estén cortas y limpias. Usa una loción o aceite de masaje suave y seguro para bebés para que tus manos se deslicen suavemente sobre la piel de tu bebé.
Maniobras para realización del masaje para mejorar el cólico del lactante
Paso 1: Posición del bebé:
Coloca a tu bebé boca abajo sobre una superficie firme pero suave, como una manta en el suelo o una cama, o en tu regazo. Asegúrate de que su cabeza esté girada hacia un lado para que pueda respirar cómodamente.
Paso 2: Calienta tus manos:
Frota tus manos con suavidad para calentarlas antes de tocar a tu bebé. Esto ayudará a que el bebé se sienta más cómodo con el contacto.
Paso 3: Comienza el masaje:
Usa movimientos suaves y firmes, pero no apliques demasiada presión. Comienza en la parte superior de la espalda del bebé y muévete hacia abajo. Aquí hay algunos movimientos que puedes probar:
a. Movimiento circular: Con la palma de tu mano, haz movimientos circulares suaves en el sentido de las agujas del reloj en la espalda del bebé, siguiendo la columna vertebral. No apliques presión en la columna vertebral misma.
b. Movimiento de «I Love U»: Con tus dedos índice y medio, dibuja la letra «I» desde la parte superior de la espalda hacia abajo, luego dibuja una «L» y finalmente una «U», siguiendo el contorno de la caja torácica del bebé.
c. Movimiento de bicicleta: Levanta las piernas del bebé y realiza movimientos suaves de «bicicleta» con sus piernas para ayudar a aliviar la tensión abdominal.
Paso 4: Observe las reacciones de tu bebé:
Presta atención a las reacciones de tu bebé durante el masaje. Si notas que se siente incómodo o muestra signos de molestia, detén el masaje y trata de consolarlo de otra manera.
Paso 5: Finaliza el masaje:
Después de unos minutos de masaje, termina suavemente. Levanta a tu bebé con cuidado y abrázalo o dale de comer si lo desea. Asegúrate de que esté cómodo y relajado.
Recuerda que cada bebé es diferente, y lo que funciona para uno puede no funcionar para otro. Si los cólicos de tu bebé persisten o empeoran, consulta a tu pediatra para descartar cualquier problema médico subyacente.
El masaje es solo una de las muchas estrategias que puedes utilizar para ayudar a tu bebé a sentirse más cómodo durante los episodios de cólicos.
¿Qué debemos saber antes de realizarlo?
Antes de realizar un masaje para aliviar los cólicos del lactante, es importante tener en cuenta algunas consideraciones y precauciones para garantizar la seguridad y la comodidad de tu bebé, como:
- Consultar con el pediatra: Antes de comenzar cualquier forma de tratamiento para aliviar los cólicos, incluido el masaje, es recomendable consultar con el pediatra de tu bebé. Esto ayudará a descartar problemas médicos subyacentes que puedan estar causando el malestar y asegurarse de que el masaje sea apropiado para tu bebé.
- Esperar el momento adecuado: No todos los bebés responden de la misma manera al masaje. Algunos pueden disfrutarlo y relajarse de inmediato, mientras que otros pueden sentirse incómodos o irritados. Asegúrate de elegir un momento en el que tu bebé esté tranquilo y alerta, no justo después de una alimentación o cuando esté demasiado cansado o hambriento.
- Tener el ambiente adecuado: Realiza el masaje en un lugar tranquilo, cálido y sin corrientes de aire. Asegúrate de que el ambiente sea cómodo y que tanto tú como tu bebé estén relajados.
- Usar aceites o lociones seguros para bebés: Si decides usar aceite o loción durante el masaje, elige productos específicamente diseñados para bebés y que sean hipoalergénicos y suaves para la piel.
- Lavarse las manos: Antes de tocar a tu bebé, lávate bien las manos para asegurarte de que estén limpias y libres de gérmenes.
- Seguir las señales de tu bebé: Observa las reacciones de tu bebé durante el masaje. Si muestra signos de incomodidad o irritación, detén el masaje. Cada bebé es diferente, y es importante respetar las preferencias y límites de tu bebé.
- Ser suave y delicado: El masaje debe ser suave y no debe aplicarse demasiada presión. La piel de los bebés es sensible, por lo que trata de usar movimientos suaves y rítmicos.
- Conversar con tu bebé: Durante el masaje, habla suavemente con tu bebé y mantén el contacto visual. Esto puede ayudar a crear un ambiente de calma y seguridad.
- No forzar: Si tu bebé no está respondiendo bien al masaje en un momento dado, no lo fuerces. Puedes intentar nuevamente en otro momento.
- Ser consistente: Si decides incorporar el masaje como parte de la rutina de alivio de cólicos de tu bebé, sé consistente. Los bebés a menudo responden mejor cuando se les proporciona un ambiente predecible y familiar.