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Beneficios de la fisioterapia en el cólico del lactante

Beneficios de la fisioterapia en el cólico del lactante

Síntomas del cólico del lactante

El cólico del lactante es un trastorno común que afecta a algunos bebés durante sus primeros meses de vida. Los síntomas típicos del cólico del lactante incluyen:

  • Llanto intenso y prolongado: Los bebés con cólico suelen llorar inconsolablemente durante al menos tres horas al día, tres días a la semana, durante al menos tres semanas consecutivas.
  • Llanto en un patrón predecible: A menudo, el llanto del bebé con cólico se produce al final de la tarde o por la noche, y puede comenzar de manera repentina sin una causa aparente.
  • Movimiento agitado: El bebé puede parecer inquieto y agitado durante los episodios de llanto, moviendo las piernas, arqueando la espalda o apretando los puños.
  • Dificultad para consolar: A pesar de los esfuerzos de los padres por calmar al bebé (alimentándolo, cambiándole el pañal, acunándolo), el llanto persiste.
  • Ausencia de otros síntomas: Los bebés con cólico generalmente están sanos y no muestran signos de enfermedad, como fiebre, vómitos o diarrea. También están bien alimentados y ganan peso de manera adecuada.

Es importante destacar que el cólico del lactante es un diagnóstico de exclusión, lo que significa que se diagnostica después de descartar otras posibles causas de malestar en el bebé, como problemas médicos o intolerancias alimentarias. Los síntomas del cólico suelen mejorar con el tiempo, y la mayoría de los bebés superan esta etapa en los primeros meses de vida, generalmente alrededor de los 3-4 meses de edad.

Si bien los síntomas clásicos que acabamos de mencionar son característicos del cólico del lactante, es importante recordar que cada bebé es único, y algunos pueden presentar otros síntomas además del llanto inconsolable y el comportamiento agitado.

Estos síntomas adicionales pueden incluir:

  • Gases y flatulencia: Algunos bebés con cólico pueden tener problemas para expulsar el gas y pueden parecer incómodos debido a la acumulación de gas en sus sistemas digestivos.
  • Cambios en los patrones de sueño: El cólico a menudo afecta el sueño del bebé, lo que puede llevar a siestas cortas y despertares frecuentes durante la noche.
  • Irritabilidad: Además del llanto, los bebés con cólico pueden estar más irritables en general, incluso cuando no están llorando.
  • Problemas de alimentación: Algunos bebés con cólico pueden tener dificultades con la alimentación, como dificultad para amamantar o tomar el biberón.
  • Tensión muscular: Pueden mostrar tensión en los músculos, especialmente en el abdomen, y pueden arquear la espalda durante los episodios de malestar.
  • Enrojecimiento facial: Durante los episodios de llanto, es común que el bebé tenga la cara enrojecida.
  • Agitación durante las comidas: Pueden mostrar agitación y rechazar el pecho o el biberón durante la alimentación.

Es importante recordar que estos síntomas pueden variar en intensidad y duración de un bebé a otro. Además, es fundamental que cualquier síntoma que cause preocupación en los padres o que sea inusual para el bebé sea discutido con un pediatra. Un médico puede realizar una evaluación completa para descartar otras causas posibles de malestar y proporcionar orientación específica sobre cómo ayudar al bebé a aliviar sus síntomas y mejorar su bienestar.

Causas del cólico del lactante

El cólico del lactante es un trastorno que se caracteriza por el llanto excesivo e inconsolable en un bebé aparentemente sano y bien alimentado. Aunque la causa exacta del cólico del lactante no se conoce con certeza, existen varias teorías y factores que se han relacionado con su desarrollo. Algunas de las posibles causas y factores contribuyentes incluyen:

  • Inmadurez del sistema digestivo: Se cree que la inmadurez del sistema digestivo del bebé puede desempeñar un papel en el cólico del lactante. Los sistemas digestivos de los recién nacidos todavía se están desarrollando y pueden ser más sensibles a las irritaciones alimentarias.
  • Cambios en la flora intestinal: La composición de la flora intestinal del bebé puede estar relacionada con el cólico. Se ha sugerido que las alteraciones en la microbiota intestinal podrían contribuir a la irritación y al malestar.
  • Trastornos gastrointestinales: Algunos estudios han sugerido que los trastornos gastrointestinales leves, como el reflujo gastroesofágico o la intolerancia a ciertos alimentos, podrían estar relacionados con el cólico en algunos bebés.
  • Sensibilidad a la estimulación ambiental: Los bebés son muy sensibles a su entorno, y los estímulos externos, como el ruido, la luz brillante o las emociones de los padres, pueden desencadenar el llanto en algunos bebés.
  • Factores emocionales y de estrés: El estrés o la ansiedad de los padres pueden afectar la respuesta del bebé al malestar. Los bebés pueden ser sensibles a las emociones y la tensión en el hogar.
  • Factores genéticos: La predisposición genética también puede desempeñar un papel en la susceptibilidad al cólico del lactante. Si los padres u otros familiares experimentaron cólico en la infancia, es posible que haya una mayor probabilidad de que un bebé lo experimente.
  • Sobrealimentación o subalimentación: En algunos casos, dar al bebé más leche de la que necesita o no satisfacer su apetito adecuadamente puede causar malestar y contribuir al cólico.
  • Cambios hormonales: Algunas teorías sugieren que los cambios hormonales en el bebé podrían influir en el desarrollo del cólico.
  • Problemas médicos subyacentes: Es importante descartar problemas médicos que podrían causar malestar en el bebé, como infecciones, problemas gastrointestinales, alergias alimentarias, hernias, reflujo gastroesofágico, obstrucción intestinal u otras afecciones médicas.
  • Intolerancias o alergias alimentarias: Algunos bebés pueden ser sensibles a ciertos componentes de la leche materna o de la fórmula, lo que podría causar malestar gastrointestinal y síntomas similares al cólico.
  • Problemas de lactancia materna: Las dificultades en la lactancia materna, como un mal agarre o una producción inadecuada de leche, pueden llevar a un bebé a estar inquieto y llorar.
  • Estrés o ansiedad parental: El estrés o la ansiedad de los padres pueden influir en la respuesta del bebé al malestar, ya que los bebés pueden ser sensibles a las emociones y la tensión en el hogar.
  • Factores ambientales: Estímulos ambientales como el ruido, la luz brillante o el calor pueden afectar la comodidad y el comportamiento del bebé.
  • Cambios en la rutina o el ambiente del bebé: Cambios en la rutina, la introducción de nuevos alimentos o el inicio de la alimentación sólida pueden influir en el bienestar del bebé.
  • Dolor o malestar físico: Lesiones, irritaciones o malestares físicos no relacionados con el cólico pueden hacer que un bebé llore.

Es importante recordar que estas son teorías y factores que se han asociado con el cólico del lactante, pero no hay una causa única y definitiva que lo explique por completo. El cólico generalmente se diagnostica por exclusión, lo que significa que se descartan otras causas posibles de malestar en el bebé antes de hacer el diagnóstico de cólico.

Ante estos síntomas, debemos consultar con nuestro pediatra de confianza para que pueda estudiar el caso y nos pueda dar una solución o guiarnos a cerca de este problema.

Tratamiento de fisioterapia para bebés con cólicos

La fisioterapia puede ser una opción de tratamiento para bebés con cólicos, ya que, puede ser beneficiosa para abordar algunos de los síntomas y factores contribuyentes asociados con el cólico. Algunas formas en que la fisioterapia puede ayudar son:

  • Masaje abdominal: Un fisioterapeuta pediátrico puede enseñar a los padres a realizar suaves masajes abdominales en el bebé. Estos masajes pueden ayudar a aliviar la tensión abdominal y facilitar la eliminación de gases, lo que podría reducir el malestar asociado con el cólico.
  • Técnicas de movilización: La fisioterapia puede incluir técnicas de movilización y estiramiento suave para ayudar a relajar los músculos del bebé y aliviar la tensión.
  • Asesoramiento postural: Los fisioterapeutas pueden proporcionar asesoramiento a los padres sobre la posición y el manejo adecuados del bebé para minimizar la incomodidad y promover el confort.
  • Educación a los padres: La fisioterapia pediátrica también puede incluir la educación a los padres sobre cómo comprender y responder al comportamiento del bebé con cólico, lo que puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad de los padres.
  • Mejora del patrón de sueño: Los fisioterapeutas pueden ofrecer consejos y estrategias para mejorar los patrones de sueño del bebé y, por lo tanto, reducir la fatiga y el estrés en los padres.
  • Estimulación temprana: Los fisioterapeutas pueden proporcionar orientación sobre cómo estimular adecuadamente al bebé a través de movimientos y actividades que promuevan el desarrollo motor y cognitivo.

Es fundamental que la fisioterapia para bebés con cólicos sea realizada por un fisioterapeuta pediátrico con experiencia en el cuidado de lactantes. Además, la fisioterapia debe ser parte de un enfoque de manejo integral que incluya otras estrategias, como ajustes en la dieta, cambios en la rutina y apoyo emocional a los padres.

Antes de iniciar cualquier forma de tratamiento, es importante que los padres consulten a un pediatra para descartar otras causas subyacentes de malestar en el bebé y recibir recomendaciones específicas para su situación.

Masaje en fisioterapia para cólicos del lactante

Los masajes en fisioterapia pueden ser una opción útil para ayudar a aliviar el malestar y los síntomas asociados con el cólico del lactante. Los masajes suaves pueden ayudar a relajar los músculos tensos del bebé, promover la digestión y proporcionar una sensación de calma y comodidad.

Algunas de las formas en las que podemos realizar masajes en fisioterapia para bebés con cólicos son:

  • Preparación:

Elija un lugar tranquilo y cómodo para realizar el masaje, con una temperatura agradable.

Asegúrese de que tanto usted como el bebé estén relajados y cómodos antes de comenzar.

  • Aceite para masajes:

Utilice un aceite suave y seguro para bebés, como aceite de almendra o aceite de coco, para facilitar el deslizamiento de las manos durante el masaje.

Asegúrese de que el aceite esté a temperatura ambiente o ligeramente tibio para que el bebé no sienta frío.

  • Técnica de masaje:

Comience con movimientos suaves y lentos. Use movimientos circulares o de barrido en el abdomen del bebé en el sentido de las agujas del reloj.

Aplique una presión muy suave. La piel de los bebés es delicada, por lo que no debe ejercer demasiada presión.

Preste atención a las reacciones del bebé. Si nota que el bebé muestra incomodidad o malestar durante el masaje, deténgase de inmediato.

  • Movimientos específicos:

Puede empezar en la parte superior del abdomen, cerca del pecho del bebé, y moverse lentamente hacia abajo.

Use las palmas de sus manos o los dedos índice y medio para masajear suavemente en círculos alrededor del ombligo del bebé.

También puede doblar las piernas del bebé hacia el abdomen y realizar movimientos suaves de «bicicleta» para ayudar a aliviar el gas y mejorar la motilidad intestinal.

Evite masajear la zona umbilical directamente si el cordón umbilical aún no ha caído por completo.

  • Duración del masaje:

El masaje puede durar de 5 a 15 minutos, dependiendo de la tolerancia y la comodidad del bebé.

Si el bebé parece disfrutar del masaje, puede prolongarlo, pero si muestra signos de incomodidad o irritación, es mejor detenerse.

  • Frecuencia:

Puede realizar el masaje en el bebé una o dos veces al día, según lo que sea más cómodo para ambos.

Es importante recordar que cada bebé es diferente, y algunos pueden disfrutar más de los masajes que otros. Siempre observe las reacciones del bebé durante el masaje y ajuste la presión y la técnica según sea necesario.

El masaje en fisioterapia para bebés con cólicos puede ser una herramienta reconfortante y beneficiosa para aliviar los síntomas, pero no es una cura definitiva para el cólico del lactante, que suele resolverse con el tiempo.

Beneficios de la fisioterapia para los bebés con cólicos

Como hemos mencionado, las técnicas fisioterápicas en el cólico del lactante no suponen la resolución del problema, pues esta alteración acabará resolviéndose con el tiempo y el desarrollo del bebé, sin embargo, presenta muchos beneficios para el cólico del lactante.

La fisioterapia puede ofrecer varios beneficios para los bebés con cólicos al proporcionar alivio de los síntomas y mejorar su bienestar general.

Algunos de los beneficios de la fisioterapia para bebés con cólicos son:

  • Alivio del malestar abdominal: Los fisioterapeutas pueden emplear técnicas de masaje abdominal y movilización suave para ayudar a relajar los músculos tensos en el área del abdomen del bebé. Esto puede ayudar a aliviar el malestar y la tensión abdominal asociados con el cólico.
  • Mejora de la digestión: Los masajes y movimientos suaves utilizados en la fisioterapia pueden estimular la motilidad gastrointestinal, lo que podría ayudar a reducir la acumulación de gases y facilitar la digestión. Esto puede ser especialmente útil en bebés con cólicos que experimentan molestias abdominales.
  • Reducción del llanto: La fisioterapia puede tener un efecto calmante en los bebés. Los masajes y la atención especializada pueden ayudar a reducir el llanto y el comportamiento agitado asociados con el cólico.
  • Promoción del sueño: Un bebé con cólicos puede tener dificultades para dormir debido al malestar. La fisioterapia puede ayudar a relajar al bebé y mejorar sus patrones de sueño, lo que puede ser beneficioso tanto para el bebé como para los padres.
  • Apoyo emocional a los padres: El cólico del lactante puede ser estresante y desafiante para los padres. La fisioterapia puede ofrecer orientación y apoyo a los padres, ayudándoles a comprender mejor el cólico y brindándoles estrategias para lidiar con el llanto del bebé.
  • Estimulación temprana: Los fisioterapeutas pueden proporcionar orientación sobre cómo estimular el desarrollo motor y cognitivo del bebé a través de movimientos y actividades adecuadas para su edad.
  • Mejora del bienestar general: La fisioterapia puede contribuir al bienestar general del bebé al abordar el malestar físico y emocional asociado con el cólico.

Sin embargo, desde Clínica Arias siempre recomendamos que la primera valoración la realice un pediatra, el cual pueda valorar y estudiar el caso en profundidad. Una vez detectado el cólico del lactante por parte de nuestro pediatra, podremos valorar si iniciamos un tratamiento con fisioterapia pediátrica para el cólico y así mejorar la situación del bebé.

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