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Artrosis de hombro: síntomas y tratamiento

Artrosis de hombro: síntomas y tratamiento

La artrosis de hombro es un tipo de artritis que afecta la articulación glenohumeral. Esta condición se produce cuando el cartílago que amortigua la articulación se desgasta con el tiempo, lo que puede causar dolor y limitar la movilidad del hombro.

¿Cómo sé si tengo artrosis de hombro?

Algunos de los síntomas más comunes de la artrosis de hombro incluyen:

  • Dolor en el hombro, especialmente al levantar objetos pesados o al realizar movimientos repetitivos.
  • Hinchazón o inflamación en la articulación del hombro.
  • Dolor nocturno que puede interferir en el sueño.
  • Chasquido o crujido al mover el hombro.
  • Debilidad en el hombro o dificultad para levantar objetos.

Para diagnosticar la artrosis de hombro, podemos realizar una evaluación física con test fisioterapéuticos que nos revelará las limitaciones y, por lo tanto, posibles alteraciones articulares.
Sin embargo, ante la sospecha de artrosis de la articulación glenohumeral (articulación del hombro), debemos realizar una radiografía o resonancia magnética para garantizar la integridad del cartílago articular y poder estudiar cómo se presenta esa articulación.

¿Qué puede provocar la artrosis de hombro?

La artrosis de hombro, como toda patología degenerativa de cartílago en el cuerpo, corresponde al deterioro con el paso del tiempo de dicho cartílago, por lo tanto, es una lesión que depende de la edad del paciente, además de ciertos factores como, por ejemplo, la sobreutilización del hombro en toda la vida funcional del paciente, siendo más notorio esto cuando el paciente ha requerido durante toda su vida de una movilidad excesiva del hombro. Es muy frecuente presentar una artrosis precoz de hombro en trabajos donde se requiere realizar movimientos muy amplios, o levantar pesos muy bruscos con el hombro.

También se ha demostrado con el paso del tiempo que pacientes tratados durante un periodo de tiempo muy amplio de dolor de hombro, han presentado una artrosis de hombro precoz, de ahí la importancia de realizar diagnóstico y tratamiento certero y eficaz desde etapas tempranas.

La artrosis de hombro precoz también puede venir desembocada debido a una polimedicación o sobre infiltración de la articulación del hombro por diversas fuentes, por ejemplo: pacientes que han sufrido de una lesión de hombro (tendinitis, desgarros del lábrum, etc.) y se han visto sometidos a múltiples tratamientos con infiltraciones, medicación, o intervenciones quirúrgicas, han visto acelerado el proceso de artrosis de hombro. Es por esto por lo que, cada vez que gana más importancia el hecho de que se realice un buen diagnóstico y un tratamiento de calidad desde el principio para evitar al paciente la cronificación de un estado clínico.

Tratamiento a aplicar

El tratamiento con fisioterapia ante una artrosis de hombro debe enfocarse en mantener la funcionalidad del hombro y de todas las estructuras que convergen con él.

La movilidad de la articulación glenohumeral (es decir la articulación del hombro) depende al mismo tiempo de la estabilidad de dicha articulación, por lo tanto, nuestro tratamiento con fisioterapia ante una artrosis de hombro irá encaminado a normalizar todas las estructuras que gobiernan al hombro (musculatura, ligamentos, cápsula, nervios) con el fin de que cada estructura funcione correctamente para garantizar la estabilidad del hombro y con ello mantener una buena movilidad de hombro.

Ante una artrosis de hombro, el síntoma más común es el dolor y la impotencia funcional o reducción de movilidad del hombro. En este caso el fisioterapeuta puede mejorar enormemente la clínica del paciente, pues los trabajos ante esta musculatura y la inervación de dicha zona con terapias que engloban la neuromodulación, la electrolisis, la aplicación de campos electromagnéticos y la hipertermia junto con movilizaciones, tanto activas como pasivas y activo-asistidas y activo-resistidas mejoran enormemente la movilidad y la estabilidad del hombro, y con ello se reduce la clínica o dolor del paciente.

Una vez hayamos mejorado la clínica del paciente en cuanto a dolor y funcionalidad o movilidad, debemos pautar una serie de estiramientos y ejercicios que mantengan dicho bienestar y la funcionalidad del hombro.

Los ejercicios y estiramientos pueden clasificarse desde los más básicos a los más avanzados, sin embargo, los más populares son los ejercicios isométricos que garantizan la movilidad y, por tanto, la funcionalidad del hombro en los planos sagital, transverso y frontal. Estos ejercicios se basarán en movimientos de flexo-extensión de hombro, rotación externa y rotación interna, y ejercicios de aducción y abducción de hombro. Una vez controlados estos ejercicios podremos aumentar el nivel, mezclando los movimientos entre sí (por ejemplo, realizar abducciones junto con flexión de hombro jugando con el peso y el tiempo de contracción).

El fisioterapeuta también debe valorar la calidad de movimiento de la escápula, pues el movimiento de la escápula es fundamental para el correcto funcionamiento de la articulación glenohumeral.

Los trabajos de neuromodulación y electrolisis realizadas en la inervación que gobierna al hombro son tremendamente eficaces, pues no solamente mejoran la calidad del movimiento del hombro, sino que nos permiten tratar el dolor de la musculatura del hombro y de la propia cápsula articular de la articulación glenohumeral, por lo tanto, nos permitirán avanzar en esta patología de una manera mucho más rápida y con una mayor calidad en la sintomatología que presenta el paciente.

Al mismo tiempo, los trabajos de hipertermia con tecnología INDIBA nos permite realizar una estimulación de toda la musculatura, la inervación, y de la propia articulación del hombro al mismo tiempo que vamos realizando ejercicios de hombro. Esto nos permite una recuperación muchísimo más rápida y prácticamente indolora del paciente que presenta artrosis de hombro.

Otras terapias más avanzadas como la aplicación de campos electromagnéticos nos permiten de igual forma realizar estimulaciones de la propia articulación del hombro y de la inervación de dicha articulación, por lo tanto, la recuperación es mucho más satisfactoria.

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