¿Qué es la fascitis plantar?

Podríamos denominar la fascitis plantar como el cuadro clínico en el que la fascia plantar presenta un engrosamiento acompañado de dolor agudo en el talón y planta del pie.
En este caso, es muy importante la historia clínica de nuestro paciente, conocer los tratamientos que ha recibido, sus antecedentes, los deportes que práctica, si ha variado su peso corporal en los últimos años, analizar su calzado, entre otros muchos factores.
Debemos realizar una serie de pruebas mecánicas para localizar la zona de dolor y correlacionar este con la fascitis plantar.
El examen ecográfico es de vital importancia para poder valorar el espesor de la fascia plantar, valorar si existe o no neovascularización en la zona, analizar la calidad del tejido de la fascia, poder distinguir si nos encontramos ante una fascitis plantar o bien una fasciosis plantar, y siempre debemos comparar el lado sano o asintomático con el lado afectado.

¿Qué es la fascia plantar?

La fascia plantar es un tejido blando conectivo increíblemente resistente a las tracciones longitudinales, localizado en la planta del pie, que se extiende desde el calcáneo (el talón) hasta los dedos del pie.
La misión principal de la fascia plantar es la de garantizar que nuestro arco plantar se mantenga estable y sirva de amortiguación en cada paso que damos.
Como hemos mencionado, la fascia está diseñada para resistir fuerzas muy elevadas en sentido longitudinal, pero no en otros sentidos, como el oblicuo ni los movimientos de rotación.
La fascia plantar se comunica con la fascia posterior de la pierna, la cual también abarca al tendón de Aquiles en la región posterior de la pierna.

¿Qué síntomas presenta una persona con fascitis plantar?

El principal síntoma de una fascitis plantar es el dolor intenso localizado en el talón, tanto por la zona central, como por los lados. También podemos presentar un dolor en el arco interno del pie o en el centro de la planta del pie.
Los primeros pasos por la mañana tras levantarnos suelen ser muy dolorosos, y el dolor se va reduciendo poco a poco con la actividad.

¿Qué tipo de personas suelen sufrir fascistis plantar?

La fascitis plantar se considera como la causa más frecuente de dolor en el talón en la población adulta, por encima incluso del espolón calcáneo.
Está muy relacionado con el peso del paciente, su actividad física y la pisada.

¿Qué causa la fascitis plantar?

Las causas que pueden provocar la aparición de una fascitis plantar pueden ser diversas:

• Peso del paciente: al tratarse de una región de carga y de una estructura que resiste el peso del cuerpo, cuantos más kilos tengamos que amortiguar, más puede irritarse esta zona.
  
• Actividad: las actividades y trabajos, cuando cargamos más peso, pasamos muchas horas en malas posturas, o con calzado inadecuado o especialmente rígido, pueden provocar fascitis plantar.
  
• Deporte: los deportistas acumulan muchos momentos de carga y de presión en la región del calcáneo y someten a la fascia plantar a mucho estrés. Los corredores de carrera continua, los jugadores que realicen muchos saltos o que someten a la fascia a fuerzas oblicuas, como por ejemplo en el baloncesto, son ejemplos de deportes donde la fascitis plantar suele ser frecuente.
  
• Calzado: El zapato que debemos utilizar debe ser siempre el que nos garantice una biomecánica lo más fisiológica posible. Una suela excesivamente blanda generará inestabilidad y muchas fuerzas de tracción oblicua que irritan mucho a la fascia plantar. Una suela excesivamente dura puede llegar a irritar a la fascia por compresión e impactos repetitivos en la región del calcáneo. Un tacón muy alto o bajo puede modificar nuestro arco plantar, modificando al mismo tiempo nuestra biomecánica, momentos de carga, pronación y propulsión, irritando así a la fascia plantar.
  
• Otras patologías: alteraciones como espolón calcáneo, fisuras calcáneas, neuropatías del nervio tibial, pie cavo o pie plano, pueden irritar nuestra fascia plantar.
  
• Pisada: cualquier alteración de la pisada que modifique nuestra biomecánica fisiológica puede llegar a interferir en la fascia plantar, como por ejemplo: dismetrías o una pierna más larga que otra, alteración del retropié, pie plano o cavo, genu valgo o varo, etc.
  
• Traumatismos: Los traumatismos que afecten de manera directa a la región plantar, como las caídas desde alturas considerables, pueden llegar a afectar a nuestra fascia plantar, provocando fascitis plantar mediante una irritación mecánica directa.
  
• Acortamiento de la cadena posterior: dado que la fascia plantar se encuentra en contacto indirecto con la cadena posterior mediante la fascia posterior de la pierna, las alteraciones de la cadena posterior de la pierna (por ejemplo, la musculatura gemelar) puede llegar a afectarnos a la planta del pie. Por ejemplo, una excesiva tensión mantenida provocada por un acortamiento de la musculatura posterior de la pierna, puede llegar a afectar a nuestra fascia plantar.

Tratamiento recomendado

El tratamiento puede ser muy diverso, pero siempre irá enfocado al origen del problema. Podemos evidenciar que los tratamientos más efectivos son:

• Ortesis plantar personalizada: Si sospechamos que el origen de la fascitis plantar proviene de la biomecánica o pisada de nuestro paciente, es altamente recomendable realizar un estudio biomecánico completo para valorar las alteraciones que puedan estar provocándola y así establecer un tratamiento para la fascitis con Ortesis plantares personalizadas que solucionen el problema.
• EPI: la Electrolisis Percutánea Intratisular es extraordinariamente efectiva ante la fascitis plantar, pues nos permite trabajar el microambiente de la fascia, eliminar factores proinflamatorios como las interleucinas, nos permite remodelar el tejido blando y readaptarlo a un nuevo nivel de carga.

En Clínica Arias estamos especializados en este tipo de terapia, pues sus resultados nos permiten tratar fascitis plantares que llevaban años sin poder ser solucionadas, de forma muy satisfactoria y de una manera totalmente indolora, pues estamos especializados en realizar esta sencilla técnica bajo anestesia. De esta manera podemos trabajar sobre la totalidad del espesor de la fascia, acumular cargas muy altas de energía que repararan el tejido y lo haremos de forma totalmente indolora para el paciente.

• Técnicas de fisioterapia avanzada: terapia por campo electromagnético, terapia láser, fisioterapia invasiva ecoguiada, …
  
• Técnicas de fisioterapia, como la tecarterapia, terapia manual, osteopatía, encaminadas a devolver al tejido de la fascia a la normalidad y aliviar el dolor del paciente.
  
• Elección de un buen calzado: el zapato no debe ser ni muy blando ni muy rígido, con un tacón que no supere los 4 cm de altura y de base ancha para dar una buena sujeción al pie.
  
• Vendajes de contención y aponeuróticos.
  
• Crioterapia.