La fisioterapia o rehabilitación de la cadera se centra en la sintomatología o patología que el paciente sufre en la región de la cadera. Esta región supone la unión coxofemoral y la zona de los pelvitrocantéreos. La articulación de la cadera (coxofemoral), está formada por la unión entre el fémur y el acetábulo, localizado en el hueso iliaco.
Esta articulación está encargada de soportar gran parte del peso del cuerpo, debe aportar estabilidad al mismo tiempo que garantice el movimiento, y está reforzada por una gran batería de elementos estabilizadores y dinámicos, como: cápsula articular, complejo ligamentario y grupos musculares de la cadera.
La articulación de la cadera al mismo tiempo goza de una gran movilidad gracias a su anatomía (forma esférica de la articulación) y gracias a la gran presencia muscular que gobierna la articulación, que permite realizar una amplia batería de movimientos, al mismo tiempo que estabiliza la cadera.
¿Cómo es el tratamiento de fisioterapia para cadera?
La fisioterapia ofrece un tratamiento personalizado para la sintomatología o lesión que pueda presentar el paciente en la región de la cadera. El fisioterapeuta estudiará las pruebas complementarias que pueda aportar el paciente como, por ejemplo, radiografía o resonancia magnética, además de hacer un diagnóstico personalizado utilizando pruebas diagnósticas para valorar la articulación de la cadera y todas las estructuras que puedan estar relacionadas con esta. Además, es imprescindible la valoración ecográfica del paciente con dolor de cadera para poder establecer un buen diagnóstico.
El dolor de cadera puede ser muy variado, debido al gran número de estructuras que están presentes en la cadera. De esta manera, no presentará la misma sintomatología un paciente que tenga un problema ligamentario, que un problema nervioso (como una irritación de un nervio), como puede ser un problema derivado de la artrosis de cadera. De este modo, el fisioterapeuta debe realizar un diagnóstico diferencial para localizar el problema del paciente y poder establecer un tratamiento adaptado al mismo.
A continuación, hablaremos sobre algunas de las posibles causas de dolor en la cadera, siendo en su mayoría alteraciones que provocan dolor en la parte baja de la espalda o región lumbar, la región glútea, el lateral de la pierna o la parte posterior de la pierna, pudiendo llegar la sintomatología hasta el pie.
Causas del dolor de cadera
Artrosis de cadera
La artrosis de cadera supone el desgaste o deterioro del cartílago articular que protege la cabeza del fémur y el acetábulo de la cadera, lugar donde se inserta la cabeza del fémur para formar la articulación de la cadera. Existen varios estadios que reflejan la gravedad de la artrosis de cadera, y el dolor escalará en función del grado en el que se encuentre el paciente. La artrosis de cadera genera un dolor específico en la cara posterior glútea y puede recorrer hacia abajo la cara lateral del muslo. Es un dolor característico que se inicia con los primeros pasos del día, la actividad física puede incrementar el dolor que sufre el paciente, y este se ve aliviado con el reposo.
Sacroileitis:
La sacroileítis hace referencia a la irritación de la articulación formada entre el sacro y el ilíaco. Esta alteración es muy frecuente en pacientes que presenten una dismetría o diferencia de altura entre ambas piernas, debido a que la carga que soporta cada articulación es distinta y el paciente presenta una alteración osteopática en esta articulación, generando un dolor en la misma o sacroileitis. También puede generar una alteración en el tono muscular que gobierna la articulación o una irritación nerviosa que sensibilice la articulación. El diagnóstico debe ser muy preciso y debemos combinar el tratamiento fisioterápico con el tratamiento osteopático, junto con un diagnóstico ecográfico para determinar si el dolor del paciente nace en la articulación sacroilíaca.
Pubalgia
Hace referencia a la lesión que sufre el pubis del paciente generando un dolor cuando este activa la musculatura aductora o aproximadora. La musculatura aductora se inserta en el pubis y sínfisis del pubis, por lo tanto, cuando existe una actividad excesiva por parte de esta musculatura es posible irritar la región de inserción de esta musculatura en el pubis del paciente, originando una pubalgia. Ante una pubalgia debemos valorar tanto la musculatura aductora, como el tendón conjunto de los aductores que se inserta en el pubis, como el propio pubis del paciente. Para ello, debemos realizar un diagnóstico y un tratamiento conjunto entre fisioterapia y osteopatía.
Bursitis de cadera
Debido a que la cadera goza de mucha movilidad, pero al mismo tiempo debe ser capaz de soportar el peso del cuerpo y generar una gran estabilidad, existe mucha irritación, fricción y compresión en todas las estructuras alojadas en la cadera. Para evitar esta irritación, existen varias bolsas serosas o bursas, para evitar dicha fricción entre las estructuras de la cadera. Sin embargo, cuando por motivos mecánicos estas bolsas serosas se irritan, el paciente presentará una bursitis generando dolor e impotencia funcional en la cadera. Además de la batería de test y pruebas que debe realizar el fisioterapeuta para detectar la bursitis de cadera es imprescindible el diagnóstico ecográfico para valorar el estado de esa bursa en la cadera. Una vez localizada la bursitis el tratamiento es muy agradecido dado que los cambios que podemos aplicar en la bursa del paciente es muy notorio.
Afectación nerviosa
La cadera goza de un nivel de inervación muy importante, debido a la gran cantidad de estructuras que se alojan en la cadera. Como hemos mencionado, la cadera debe ser capaz de soportar el peso del cuerpo, garantizar una buena estabilidad lumbo pélvica, y permitir una buena movilidad en todos los planos en los que se mueve la articulación de la cadera, por lo tanto, goza de una inervación muy amplia.
El fisioterapeuta debe valorar si el dolor de cadera que presenta el paciente es de origen nervioso, para ello, debemos realizar test fisioterapéuticos, además de pruebas ecográficas para localizar y estimular los nervios que atraviesan la cadera, como por ejemplo el nervio glúteo superior, el nervio glúteo inferior, los nervios cluneos, además de los troncos nerviosos del plexo lumbosacro. Debemos valorar además la estabilidad e integridad del nervio ciático pues la información sensitiva y motora que nos aporta este nervio en la cadera es de suma importancia.
Sobrecarga muscular
Como hemos comentado, la presencia muscular en la cadera es muy importante, además son músculos que, debido a su anatomía, son muy profundos, son de gran tamaño, están muy altamente inervados, y debido a su función de estabilización y movimiento de la cadera, son muy limitantes cuando estos generan dolor. Los principales músculos que debemos valorar ante un dolor de cadera son los siguientes: glúteo mayor y tensor de la fascia lata, glúteo medio, glúteo menor, piramidal, obturador interno, cuadrado femoral, gémino inferior y superior, músculo pectíneo, musculatura aductora, cuádriceps, dorsal ancho, psoas iliaco y abdominal.
Una vez valorados todos estos grupos musculares, debemos establecer un tratamiento con fisioterapia para normalizar dicha musculatura y al mismo tiempo reducir la sintomatología del paciente, para así solucionar el dolor de cadera.
Trocanteritis
La cadera está formada como hemos comentado por la articulación del hueso femoral en él ilíaco. El fémur presenta una tuberosidad ósea llamada trocánter, gobernada por la musculatura pelvitrocantérea y presenta una bolsa serosa. Tanto la afectación de la musculatura que se inserta en el trocánter como por ejemplo el glúteo menor o glúteo medio o piramidal, como la afectación de los nervios de la cadera o de la bolsa serosa presente en el trocánter puede generar una trocanteritis.
La trocanteritis es fácilmente identificable, pues el paciente presenta un dolor en la cara lateral de la pierna ubicada específicamente en el trocánter, presenta dolor a la palpación y a la separación del muslo de la línea media del cuerpo. Además, el fisioterapeuta podrá identificar si la bolsa serosa o bursa localizada en el trocánter se encuentra irritada o inflamada.
Afectación del neuroeje
Como hemos mencionado, la cadera supone el paso del tren inferior al tren superior, además de alojar el paso del sistema nervioso central hacia los miembros inferiores. Por lo tanto, goza de un nivel de inervación muy elevado. La relación del sacro presente en la cadera con la columna lumbar debe garantizar la estabilidad de la columna y de la cadera, al mismo tiempo que debe preservar su movilidad.
De este modo, cualquier afectación a nivel del sacro o de la columna lumbar que se articula con éste puede generar un problema a nivel de la cadera o bien de la columna. El tratamiento del neuro eje es una especialidad muy avanzada en el campo de la fisioterapia en el que nos permite tratar el sistema nervioso central, el sistema nervioso periférico, la propia columna y todas las estructuras que la gobiernan, y la cadera.
Dismetrías
Si el paciente presentase una dismetría, es decir, una pierna más corta que otra, es posible que este factor pueda generar clínica o síntomas en el paciente. El fisioterapeuta puede identificar dicho problema mediante una serie de test o pruebas diagnósticas. En función de la dismetría que pueda presentar el paciente, debemos contar con la intervención de un podólogo especialista en biomecánica para valorar dicha dismetría y realizar un tratamiento ortopodológico para solucionar el problema.
Cuando la cadera soporta cargas muy distintas por culpa de una dismetría o alteración en la longitud de una pierna con respecto a la otra, esto puede provocar una alteración biomecánica en el paciente tanto en el miembro inferior como en la pelvis o cadera. Esto debe ser identificable por el fisioterapeuta osteópata o podólogo para establecer un tratamiento adecuado y solucionar el problema biomecánico o de cargas que presente el paciente.
¿Qué tratamientos son buenos para el dolor de cadera?
La fisioterapia se encargará de resolver la sintomatología del paciente con dolor de cadera además de devolver la funcionalidad a la paciente una vez aliviada su sintomatología. También es importante diagnosticar y tratar cualquier alteración asociada al dolor de cadera como, por ejemplo, un problema de columna o un problema biomecánico.
Terapia manual: la terapia manual es el tratamiento por elección que realizará el fisioterapeuta para intentar detectar la estructura que está generando problemas al mismo tiempo que intentará restablecer dicha estructura para devolver la funcionalidad al paciente y aliviar su sintomatología para resolver el problema. los estímulos mecánicos que aplicará el fisioterapeuta en el tejido del paciente buscarán la normalización del tono de la estructura para reducir su sintomatología.
- Osteopatía: el fisioterapeuta especializado en osteopatía realizará unos test osteopáticos específicos para valorar la movilidad de la cadera y la integridad de las estructuras que están relacionadas con la cadera. Una vez identificado el problema, se realizarán técnicas osteopáticas encaminadas a solucionar el problema del paciente y reducir su sintomatología.
- Radiofrecuencia INDIBA: este tipo de terapia es altamente efectiva en el dolor de cadera, pues nos permite dar un estímulo a todas las estructuras que gobiernan la cadera, como, por ejemplo, musculatura, ligamento, cápsula o nervio, de una forma prácticamente indolora, pero que nos permite dar un estímulo importante que reduzca en gran medida la sintomatología del paciente. Cuando incorporamos el tratamiento con radiofrecuencia INDIBA dentro del tratamiento del paciente, seremos capaces de normalizar las estructuras de la cadera de una manera muy rápida y muy satisfactoria, pues la reducción de la sintomatología del paciente se consigue de una forma muy rápida. Además, esto nos permite trabajar todas estas estructuras de la cadera de forma que podremos prevenir futuros dolores en la cadera.
- Electrolisis Percutánea Intratisular EPI: la técnica EPI nos permite trabajar cualquier alteración estructural en la cadera, sobre todo si el paciente presenta dolor derivado de alteraciones estructurales como, por ejemplo, tendinopatías, bursitis, irritación del nervio, contracturas musculares, etc.
- Neuromodulación percutánea: este tipo de técnica alojada dentro de la fisioterapia invasiva nos permite tratar prácticamente cualquier tejido del cuerpo aportándole un estímulo eléctrico a la estructura que esté generando dolor, normalizando el tono o la inervación de dicha estructura reduciendo en gran medida el dolor del paciente. Esta técnica al mismo tiempo nos permite dar un estímulo a dicha inervación, de forma que también podremos trabajar la funcionalidad de la estructura, así como, por ejemplo, ganar fuerza o reducir la fatiga que presenta alguna estructura del cuerpo.
Este tipo de técnica aplica una corriente eléctrica a través de una aguja alojada en el tejido que está generando dolor en el paciente o que queramos trabajar para mejorar el problema del paciente, esto nos permite llegar prácticamente a cualquier lugar del cuerpo. Por lo tanto, esta técnica es altamente satisfactoria, pues las estructuras de la cadera han sido muy difíciles de trabajar a lo largo del tiempo debido a que son estructuras muy profundas y grandes. Sin embargo, gracias a la aplicación de este tipo de estímulos a través de agujas nos permite llegar a estas estructuras sin ningún problema y supone un tratamiento prácticamente indoloro. Los resultados de esta técnica estarán altamente condicionados por la experiencia del fisioterapeuta, los conocimientos anatómicos, y la presencia o no de ecógrafo para guiar el tratamiento.
- Punción seca: la técnica de punción seca es la técnica estándar dentro de la fisioterapia invasiva. Consiste en la aplicación de una aguja en busca del tejido que está generando dolor en el paciente, principalmente tejido muscular, con el fin de alcanzar la placa motora de dicho músculo que está generando dolor (la zona del músculo que debemos estimular con esta técnica para restablecer el tono muscular). De esta manera conseguiremos aliviar el dolor del paciente siempre y cuando el dolor tenga un origen muscular.
- Neuromodulación electromagnética: esta técnica supone un gran avance dentro de la termoelectroterapia avanzada, siendo una de las tecnologías más novedosas en el campo de la rehabilitación. Nos permite tratar prácticamente cualquier estructura del cuerpo con muy pocas contraindicaciones, desde estadios muy tempranos hasta problemas muy crónicos, estimulando las estructuras mediante la generación de un campo electromagnético, que ayudará a normalizar el tejido del paciente a través del sistema nervioso gracias a los estímulos que esta tecnología puede aplicar en dicho tejido.
Durante la aplicación de la técnica de neuromodulación electromagnética, el paciente notará cómo el campo electromagnético atraviesa el tejido que genera dolor en el paciente y cómo poco a poco este dolor va desapareciendo, pues estaremos estimulando desde el sistema nervioso este tejido de forma que normalizaremos no solamente su inervación sino también la función del tejido.
- Ejercicio terapéutico y readaptación: una vez solucionado el problema biomecánico o estructural que pueda presentar el paciente, debemos devolver la funcionalidad al tejido enfocada a la adaptación en el ejercicio. Cuando el paciente no presente dolor en la cadera, el fisioterapeuta especializado en readaptación deberá establecer un plan de entrenamiento para la cadera utilizando el ejercicio para modular los tejidos del paciente.
- Tratamiento ortopodológico: cuando el problema del paciente radica en la biomecánica, en la estructura del miembro inferior, o en el reparto de cargas que soporta la pelvis desde el miembro inferior, como por ejemplo en una dismetría, el podólogo debe ser capaz de diagnosticar dicha alteración e iniciar un tratamiento ortopodológico individualizado, enfocado a solucionar los problemas que generan el dolor del paciente.
- Infiltraciones: el médico especialista es capaz de resolver los dolores en el tejido del paciente mediante la realización de infiltraciones que reducirán la sintomatología del paciente. Esto es posible mediante la aplicación de sustancias como por ejemplo, corticoides antiinflamatorios o anestésicos combinados en el tejido que esté generando dolor en la cadera. Muchas veces con una sola aplicación no se consigue la eliminación completa del problema, pero si combinamos este tipo de técnicas con la rehabilitación con fisioterapia o podología seremos capaces de resolver el problema del paciente.
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